miércoles, 14 de noviembre de 2007

Introduccion


Una impresora es esencial para un computador. Aunque durante años han sido anunciadas las oficinas sin papel, la verdad es que la copia impresa es aún la manera más empleada para escribir cualquier tipo de documento. Por tanto, es imposible sacar el máximo partido a un computador sin tener una impresora.
Casi todos los usuarios llegan más tarde o más temprano a enfrentarse a la necesidad de adquirir una impresora. Hay que tener también en cuenta, que las posibilidades de procesamiento de textos y datos que brindan los computadores personales no sólo deben ser impresos de cualquier forma, sino con una calidad y formato determinado. La industria ha comprendido esta necesidad y, con el tiempo, ha inundado el mercado con una gran cantidad de impresoras de los más diferentes precios y prestaciones. Pero, precisamente la variedad de tipos de métodos de impresión, así como las diferentes características y accesorios, no facilitan la selección de la impresora necesaria. No obstante, todos estos equipos tienen algo en común, son capaces de plasmar sobre un papel algo que se ha creado en el computador, para lo cual, tienen que ser conectables con el mismo.
Desde el punto de vista del soporte, las impresoras son mucho más difíciles de reparar y mantener que los PCs. Por ejemplo, para reparar alguno de sus elementos mecánicos, con frecuencia, se necesitan los conocimientos técnicos adecuados. Otro problema, es que carecen de un diseño estándar. Para llevar a cabo la mayor parte de las reparaciones, son necesarios unos conocimientos especializados y un manual de servicio técnico. También, es más difícil obtener las piezas de repuesto de una impresora que las de las tarjetas o las de las unidades de disco de un PC.

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